El Gobierno de España, presidido por el señor José Luis Rodríguez Zapatero, aprobó el pasado jueves 20 de mayo, en sesión extraordinaria por el Consejo de Ministros, el nuevo plan de medidas de ajuste en un nuevo Decreto Ley por el que reducir, a partir de junio, la remuneración (tanto ordinaria como extraordinaria) de los empleados públicos, esto es: funcionarios, personal laboral, interinos y personal de libre designación.
La pretensión de este recorte, por parte del Gobierno, es paliar la actual crisis económica en la que se encuentra inmersa el país que este dirige, reduciendo el déficit en 15.000 millones de euros, aproximadamente, para el año 2011. El abanico va desde un 0,56% hasta un 7% de recorte en el sueldo - variará en función del grupo en el que se encuentre - , además del extra de Navidad, de media, recudido en un 30% - aunque la paga extra de junio de este año no entra en el recorte. Finalmente, anunciaron que en 2011 el salario se congelará. Para dar ejemplo, los miembros del Gobierno de España se reducen el sueldo entre un 8 y un 15%.
Finalmente, exponer al lector una última reflexión, en palabras de Cándido Méndez - Secretario General de UGT (Unión General de Trabajadores) -, hay que definir una política de lucha contra el fraude fiscal porque las estimaciones del volumen de fraude fiscal "equivale a 6 veces los 15.000 millones de ajuste fiscal que ha provocado el Gobierno". Además, prevé este Gobierno aplicar nuevas medidas para armonizar las aportaciones realizadas por los ciudadanos en modo de impuestos, siendo las rentas más altas las que aporten más.
¿Es la solución correcta?
En base a la información actual, habría que analizar si es o no la solución correcta o es una solución populista más, con la que contentar, acallar y/o sosegar al pueblo que dirigen.
En primer lugar, creo que debe tenerse en cuenta que el recorte es efectivo para los empleados públicos - ese médico que le atiende cuando está enfermo, ese profesor que enseña a su hijo, así como un largo etcétera de personas que hacen la vida más fácil - aunque decir que el recorte se aplique a los funcionarios sea más populista de cara al Gobierno dada la faceta despectiva del término por su mala fama, tema que no entro a tratar porque daría para otro tocho-artículo como este.
¿Es la solución correcta?
En base a la información actual, habría que analizar si es o no la solución correcta o es una solución populista más, con la que contentar, acallar y/o sosegar al pueblo que dirigen.
En primer lugar, creo que debe tenerse en cuenta que el recorte es efectivo para los empleados públicos - ese médico que le atiende cuando está enfermo, ese profesor que enseña a su hijo, así como un largo etcétera de personas que hacen la vida más fácil - aunque decir que el recorte se aplique a los funcionarios sea más populista de cara al Gobierno dada la faceta despectiva del término por su mala fama, tema que no entro a tratar porque daría para otro tocho-artículo como este.
Sinceramente, creo que la forma de paliar el gasto en Función Pública no es reducir el número de personas que entran mediante oposición o el suelo de los mismos, sino todo lo contrario, reducir el número de personas que ya están dentro y puestas a dedo, personal que asesora, que dirige, que da consejos o dictámenes, tiene puestos sin oposición y cobran un sueldo mucho mayor que los que realmente laboran esos servicios y productos de interés general. Y es que ¡así va España!, que decía el otro, 9 miran y 1 trabaja, pues lo mismo se aplica aquí, 9 asesoran y 1 produce. Por lo tanto, ¡señores!, reduzcamos el número de personas que dan consejos y asesoran, que no estamos ahora para tanto consejero, y tengamos gente que produzca, de esta forma, no será necesario reducirles el suelo, se conseguirá mantener su motivación, y el país contento, que es de lo que se trata, ¿no creen?
